cuando el deseo entró en juego, entonces todo

nuestro cariño, nuestro acuerdo.

se fue directo al desagüe.

y no lo digo por las típicas, absurdas, reticencias sobre el tema.

Lo digo por que te amo.

porque cada vez que flirteas conmigo, abierta o crípticamente

a mi, menuda idiota, se me abre una ventanita de ilusión.

y me imagino cuadros Burtonescamente felices.

unidos en indisoluble, leal, idílico, compromiso.

pese incluso a las inevitables sombras que nos habitan.

un cuadro perfecto.

que no es ni remotamente cierto.

Y te odio tanto.

y maldigo el deseo.

pero así fue y aqui estamos.

distanciados.

sin comunicarnos.

porque cada vez que te hablo la estúpida ventanita se asoma

y que hacer?. solo esperar

a enamorarme de nuevo

a que la próxima vez que te vea

no exista ventanita ni deseo.

solo almas descoloridas

mirándose y reconociéndose

en anacrónico espejo.

Pudo haber sido evitable, tal vez.

pero a quien le importa en este momento.

si tu boca y tu espalda se me antojaban delicias.

sencillamente segura.

tu sexo y tus piernas mi cunita.

y a ti simplemente te calentaba la idea.

yo niña eterna.

tu desquiciado poeta.

imaginando tal vez mis labios,

mi estilo, lengua,

ahí mismo

mirándote tan, pero tan lolita.

No hubo escapatoria.

si existiese un oráculo me habría anunciado tal tragedia.

pero no creo en oráculos ni pitonisas.

ni en tragedias griegas.

algun día amaré también a alguien

así como tu ahora a ella (perra)

y se acabara este hielo forzado.

y nos reiremos de nuevo.

algún dia, espero.

pero por favor

no me hables ni nada

hasta que resuelva todo esto.